
Las tradiciones de Halloween y Día de Muertos traen dulces, decoraciones y festivos altares. Sin las debidas precauciones, estos elementos pueden convertirse en peligros para nuestras mascotas. milenio.com
Dulces y alimentos peligrosos para las mascotas
En estas celebraciones abundan los dulces, pero lo que para nosotros es un gusto, para perros y gatos puede ser tóxico. Es crucial mantener caramelos, chocolates y botanas fuera del alcance de las mascotas. A continuación, algunos alimentos comunes de Halloween y Día de Muertos que debes evitar por completo:
- Chocolate: contiene teobromina, un estimulante similar a la cafeína que perros y gatos no metabolizan adecuadamente. Ingerir chocolate (especialmente oscuro o semi-amargo) puede causar vómitos, diarrea, hiperactividad, arritmias cardiacas, convulsiones e incluso la muerte en los casos graves. Las calaveritas de chocolate y otros postres de cacao en el altar son extremadamente peligrosos para las mascotas y deben mantenerse lejos de su alcance.
- Dulces sin azúcar (xilitol): muchos chicles, mentas y golosinas “sugar-free” contienen xilitol, un edulcorante altamente tóxico para los perros. Incluso pequeñas cantidades provocan hipoglucemia aguda (bajada de azúcar en sangre), y dosis mayores pueden causar fallo hepático en poco tiempo. Los síntomas incluyen vómitos, debilidad, temblores, convulsiones e incluso coma. No existe antídoto, por lo que ante la sospecha de ingestión se debe acudir de inmediato al veterinario.
- Caramelos y azúcar en general: aunque no contengan xilitol, los caramelos tradicionales aportan altas cantidades de azúcar y grasa que pueden provocar malestar digestivo, diarrea o pancreatitis en las mascotas. Además, los envoltorios de dulces son peligrosos si los ingieren, pudiendo causar atragantamiento u obstrucciones intestinales. Explica a los niños en casa que no deben compartir sus dulces con los peludos y procura desechar inmediatamente los envoltorios en recipientes seguros.
- Uvas y pasas: aunque parezcan inofensivas, las uvas frescas y las pasas pueden provocar insuficiencia renal aguda en los perros (y potencialmente en gatos). Incluso unas pocas unidades pueden bastar para causar envenenamiento, por lo que ningún alimento que contenga uvas, pasas o frutos secos similares debe dejarse al alcance. Ten cuidado con postres típicos o ofrecidos que las contengan.
- Cebolla, ajo y otras aliáceas: presentes en muchos platillos (como condimentos en guisos, salsas o en el tradicional mole), son tóxicos para perros y gatos. Estos ingredientes dañan sus glóbulos rojos y pueden causar anemia hemolítica si se ingieren en cantidad suficiente. Evita que tu mascota consuma restos de comida condimentada de las ofrendas (ej. pedazos de cebolla, ajo, cebollín) aunque les llamen la atención por el olor.
- Aguacate: es un alimento típico en la dieta humana y podría estar presente en ofrendas (por ejemplo, en platillos como guacamole o como fruta entera). Si bien el aguacate solo es ligeramente tóxico para perros y gatos, contiene una sustancia (persina) que en otras especies es muy peligrosa. En perros y gatos puede causar malestar estomacal o pancreatitis por su alto contenido graso, así que es mejor prevenir y mantenerlo fuera de su menú.
- Pan de Muerto y otros panes/dulces típicos: aunque no contenga ingredientes tóxicos directos, el Pan de Muerto está cargado de azúcar, grasa y harinas que pueden caerle muy pesados a tu mascota. Su consumo puede provocarle indigestión, diarrea o vómitos. Algunos panes incluyen ingredientes como anís o pasas que añaden riesgo. Lo mismo aplica a calaveritas de azúcar, atoles, chocolate caliente, frutos cristalizados y otros dulces tradicionales: por mucho que sean parte de la fiesta, no son adecuados para mascotas y es mejor ubicarlos en lugares inaccesibles para ellos. milenio.com.
- Bebidas alcohólicas: en ciertas ofrendas se colocan vasitos de tequila, mezcal, pulque u otras bebidas para brindar a los difuntos. Jamás permitas que tu mascota ingiera alcohol, ni siquiera en pequeñas cantidades. El alcohol deprime el sistema nervioso central de perros y gatos y puede ocasionar vómitos, desorientación, problemas respiratorios, fallos hepáticos y renales, coma o muerte. Asegúrate de que copas, cervezas o cocteles estén lejos de su alcance durante fiestas en casa.
Consejo: Ten a la mano el teléfono de tu veterinario o de un centro de urgencias por si tu mascota ingiere algo indebido y empieza a mostrar síntomas. Ante cualquier sospecha de intoxicación (vómitos, temblores, apatía, babeo excesivo, etc.), no esperes a que “se le pase” – contacta de inmediato a un profesional.
Decoraciones, altares y otros riesgos del ambiente
Los adornos festivos de Halloween y Día de Muertos también pueden representar peligros para perros y gatos si no tomas precauciones. Sigue estas recomendaciones sobre decoraciones y ambiente:
- Velas y fuego: Las velas encendidas (ya sean en una calabaza de Halloween o en la ofrenda de Muertos) deben colocarse fuera del alcance de las mascotas o reemplazarse por velas LED seguras. Un perro o gato curioso puede volcarlas fácilmente y sufrir quemaduras o provocar un incendio en casa. Nunca dejes a tu mascota sola en un espacio con velas accesibles. Incienso y carbón también pueden ser peligrosos; si los olisquean o derriban, pueden quemarse o intoxicarse con el humo denso. milenio.com.
- Flores tóxicas (cempasúchil): La flor de cempasúchil, emblemática del Día de Muertos, es tóxica para perros y gatos. Contiene un compuesto (tiofeno) que puede irritar la boca y el sistema digestivo de las mascotas al masticarla. Los síntomas van desde salivación excesiva, vómitos y diarrea hasta, en casos graves, dificultades respiratorias. Si decoras con cempasúchil, coloca las flores en sitios elevados o utiliza barreras para que tu peludo no pueda morderlas.
- Decoraciones colgantes o pequeñas: Telarañas artificiales, guirnaldas, papel picado, globos, calabazas de plástico y otros adornos pueden llamar la atención de tu mascota. Un gato puede enredarse con las telarañas falsas o cordeles finos, y un perro puede masticar globos o figuritas, arriesgándose a asfixia u obstrucciones intestinales si las traga. Fija bien las decoraciones fuera de su alcance y vigila si muestra demasiado interés en algún adorno.
- Calabazas, maíz y comida decorativa: Las calabazas naturales utilizadas como decoración no son tóxicas en sí, pero una calabaza cruda o en proceso de descomposición puede causar malestar estomacal si la mordisquean. Además, las calabazas talladas suelen desarrollar moho rápidamente. Si tienes elote seco, cañas, frutas o pan en el altar, tu mascota podría intentar comérselos y sufrir indigestión o atragantarse. Lo mejor es colocar la ofrenda en una mesa alta o cuarto separado, especialmente si incluye comida con condimentos o huesos (por ejemplo, restos de pollo) que podrían atraerlos. milenio.com.
- Cables eléctricos y luces: Las series de luces, extensiones y cables de decoraciones iluminadas deben estar correctamente protegidos. Un perro o gato que los muerda puede sufrir quemaduras en la boca, descargas eléctricas o electrocución. Usa canaletas o esconde los cables detrás de muebles. Asimismo, ten precaución con baterías pequeñas de dispositivos decorativos; si las ingieren, causan severas lesiones internas.
- Puertas y timbres: Durante Halloween es común recibir muchas visitas (niños pidiendo dulces) que tocan el timbre o abren la puerta constantemente. Esto no solo genera estrés (ruido inesperado) sino que aumenta el riesgo de escapes: con tanta distracción es fácil que un perro o gato se salga por la puerta abierta. Para prevenir accidentes, mantén a tu mascota en una habitación segura durante las horas de más actividad o utiliza puertas para bebés/rejas que bloqueen la salida aunque se abra la puerta principal.
Disfraces: comodidad ante todo
¡Nos encanta ver a nuestras mascotas con disfraces adorables, pero su seguridad y comodidad siempre son lo primero! Si decides disfrazar a tu perro o gato, ten en cuenta lo siguiente:
- Elige el disfraz adecuado: Opta por atuendos sencillos que no cubran completamente el cuerpo ni restrinjan el movimiento, la visión o la respiración de tu mascota. Evita máscaras, sombreros ajustados o cualquier prenda que le incomode demasiado. Un buen disfraz debe permitir que tu compañero camine, se siente y haga sus necesidades con normalidad.
- Cero piezas peligrosas: Revisa que el disfraz no tenga accesorios pequeños (botones, cascabeles, lentejuelas sueltas) que puedan desprenderse. Un solo adorno tragado podría causar atragantamiento o una obstrucción intestinal seria. Quita cualquier elemento extra que no sea imprescindible para el look. Es mejor un disfraz simple y seguro que uno elaborado pero arriesgado.
- Supervisa y respeta a tu mascota: No todos los animales disfrutan estar vestidos. Observa el lenguaje corporal de tu perro o gato mientras lleva el disfraz. Señales de estrés o incomodidad incluyen orejas hacia atrás, cola entre las patas, cuerpo tenso, jadeo excesivo o intentar quitarse la ropa. Si notas alguno de estos signos, retira el disfraz de inmediato para aliviar su ansiedad. Nunca lo fuerces a usar algo que lo altere — algunos animales simplemente prefieren celebrar “al natural” y está bien.
- Visibilidad y seguridad: Si llevarás a tu mascota disfrazada durante paseos nocturnos, considera agregarle elementos reflectantes en su collar, correa o en el propio disfraz. Así aseguras que sea visible a conductores y otras personas en la oscuridad. Igualmente, procura que siempre porte su placa de identificación por si se extravía en medio del bullicio.
Ruidos, visitas y cómo evitar el estrés
Timbres sonando sin parar, risas y gritos de niños, fuegos artificiales, música alta… El ambiente festivo puede ser aterrador para muchas mascotas. Tanto en Halloween como en las reuniones de Día de Muertos, toma medidas para reducir la ansiedad de tus perros y gatos:
- Zona segura: Antes de que comiencen las visitas o los ruidos fuertes, prepara una habitación tranquila y familiar para tu mascota. Coloca allí su cama, agua fresca, quizás su juguete favorito, y pon una música suave o ruido blanco para amortiguar el bullicio externo. Esta será su “cueva” segura donde podrá relajarse lejos de la puerta y de los extraños que llegan por dulces.
- Distracciones positivas: Mantén a mano juguetes interactivos, rellenos con premios o premios masticables de larga duración para entretener a tu mascota durante las horas pico de actividad. Un kong con algo de comida, un rompecabezas de croquetas o una golosina especial pueden mantenerlo ocupado y menos atento al caos exterior. Algunos perros responden bien a productos calmantes naturales (suplementos de valeriana o passiflora, feromonas difusas en el ambiente, o una camisa anti-estrés tipo Thundershirt) en casos de ansiedad moderada.
- No los expongas de más: Si sabes que tu mascota es muy sensible a los ruidos fuertes (cohetes, truenos) o a la presencia de extraños disfrazados, considera no involucrarla directamente en la celebración. Muchos perros y gatos se sienten más seguros pasando la noche en casa, en su espacio tranquilo, que saliendo a la calle entre multitudes. Incluso podrías coordinar con un familiar o pet-sitter que la vigile en un entorno calmado mientras dura la fiesta. El objetivo es evitar el pánico; ningún perro disfruta pasando terror en la “noche de brujas”.
- Mantén la calma tú también: Las mascotas perciben nuestras emociones. Si estás nervioso o alterado, ellos podrían inquietarse más. Háblales en tono positivo, prémialos por su buen comportamiento en medio del ajetreo y actúa con normalidad para transmitirles que “todo está bien”.
- Identificación al día: Ante la posibilidad de una escapatoria accidental, asegúrate de que tu mascota lleve collar con placa identificativa actualizada (nombre y tu teléfono) en todo momento. Mejor aún, considera microchipearla si no lo has hecho – un microchip registrado facilita enormemente reunir mascotas perdidas con sus dueños. Estas precauciones son vitales en noches caóticas, pues si tu peludo se llegase a extraviar, aumentan muchísimo las probabilidades de que vuelva a casa sano y salvo.
- Protege a los gatos, en especial a los negros: Desafortunadamente, alrededor de Halloween existen casos de bromas crueles o supersticiones dirigidas hacia los gatos (los negros en particular). Por seguridad, mantén a tus gatos dentro de casa durante los días cercanos al 31 de octubre. No los dejes salir solos ni te arriesgues a que alguien les haga daño. Esta recomendación aplica también a gatos blancos u otros que podrían ser blanco de mitos; es mejor prevenir cualquier mal rato. Bríndales un espacio cómodo en casa y compañía para que no sufran estrés por los ruidos externos.
Pasear y “pedir calaverita” con tu mascota
Si tu perro (o incluso tu gato muy sociable) disfruta saliendo y quieres incluirlo en el recorrido de pedir dulces por el vecindario, ten en cuenta algunas pautas para que la experiencia sea segura y agradable para todos:
- Siempre con correa: Aún si tu perro es muy obediente, no lo lleves suelto durante la ronda de “truco o trato”. El entorno estará lleno de estímulos nuevos – niños corriendo, personas con disfraces extraños, decoraciones con movimientos o sonidos – que podrían asustarlo o emocionarlo demasiado. Una correa resistente (idealmente corta, no extensible) te permitirá mantener el control si trata de salir corriendo o se pone nervioso repentinamente.
- Presentaciones calmadas: Al toparse con desconocidos, sobre todo otros perros o niños disfrazados, acércate poco a poco y con precaución. No obligues a tu mascota a interactuar si no quiere. Recuerda que muchas figuras pueden resultarle intimidantes (por ejemplo, alguien con máscara o un sombrero grande podría no ser reconocido por tu perro y provocarle miedo). Deja que huela y se familiarice a su ritmo. Si notas que está incómodo con cierta persona o lugar decorado (ladridos, cola baja, tironea por irse), simplemente aléjate y continúen por otro lado.
- Evita sobresaltos: Algunos entusiastas podrían aparecer con disfraces que incluyan elementos como capas, bastones, vehículos a motor (ej. patinetas o bicicletas en grupos) e incluso acompañados de sus propias mascotas. Mantén la distancia prudente hasta evaluar la reacción de tu perro. No permitas que nadie lo asuste a propósito; deja claro a los niños que no deben gritarle ni hacer movimientos bruscos cerca de él. La salida debe ser positiva, no una fuente de estrés.
- Vigila lo que pisa y huele: Durante el paseo, es común que se caigan dulces al suelo o queden restos de comida en las banquetas. Impide que tu mascota los coma. Lleva contigo bolsitas para basura y limpia cualquier cosa que tu propio animalito ensucie, pero también estate atento a que no levante nada del suelo. Un segundo de descuido y podría tragarse un chocolate o un chicle que alguien dejó caer. Si es muy curioso para olfatear, considera ponerle un bozal de canasta entrenándolo previamente, de forma que pueda jadear y beber agua, pero no tomar nada del piso.
- Pausas y agua: Hacer el recorrido puede ser divertido, pero no sobreexijas a tu mascota. Ve a su paso, haz paradas si lo ves cansado o sediento. Lleva una botellita de agua y un plato portátil para ofrecerle de beber en el camino. Recuerda que muchos perros, especialmente braquicéfalos (de nariz chata) o muy jóvenes/mayores, se fatigan con facilidad. Si notas jadeo intenso o que está muy agitado, tomen un descanso en un lugar tranquilo o regresen a casa.
- Prefiere horas y zonas tranquilas: Si vas con tu perro, tal vez salgan a pedir calaverita más temprano, antes de que oscurezca demasiado o se junten las multitudes más grandes. Las primeras horas de la tarde-noche suelen ser más calmadas y menos terroríficas (menos pirotecnia, menos aglomeraciones). Elige rutas residenciales conocidas por tu mascota, evitando casas con decoraciones sonoras estridentes que pudieran alterarlo (algunos hogares usan alarmas, chillidos o luces estroboscópicas que pueden asustar a los animales).
En caso de que tu perro no disfrute este tipo de salidas (muchos pueden estresarse con tanto estímulo), no pasa nada si se queda en casa. Puedes compensarle la compañía con una sesión de juego especial otro día. Más vale un animal tranquilo en casa que uno en pánico en la calle. Cada mascota es distinta: conoce los límites de la tuya y actúa en consecuencia para no sobrecargarla.
Conclusión
Halloween y Día de Muertos pueden celebrarse sin poner en riesgo la salud ni la felicidad de nuestros amigos de cuatro patas. Con un poco de planificación y sentido común, es posible disfrutar estas fechas manteniendo a perros y gatos seguros. Recuerda que la prevención es clave: esconder los dulces peligrosos, asegurar las decoraciones, identificar a tu mascota, y brindarle un refugio tranquilo del ajetreo. Así, tanto humanos como peludos podrán pasar un Halloween espeluznantemente divertido, y un Día de Muertos lleno de significado, sin sobresaltos veterinarios en el camino. ¡Que tengas unas fiestas felices y pet-friendly!
Referencias: Las recomendaciones anteriores están respaldadas por expertos en salud animal y organizaciones veterinarias. Consulta las fuentes citadas para obtener más información y consejos detallados, y ante cualquier duda, busca la orientación de tu veterinario de confianza. Tu mascota te lo agradecerá con muchos años más de compañía saludable. 🎃🐾👻
❓Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si mi perro come chocolate en Halloween?
El chocolate es tóxico para los perros. Puede causar vómitos, taquicardia, convulsiones y, en casos graves, la muerte. Contacta al veterinario de inmediato si ocurre.
¿Puedo disfrazar a mi gato o perro en Día de Muertos?
Sí, pero asegúrate de que el disfraz sea cómodo, no lo irrite ni le cause estrés, y que no tenga piezas pequeñas que pueda tragar.
¿Es peligrosa la flor de cempasúchil para las mascotas?
Sí, puede causar vómitos o irritación. Lo ideal es mantenerla fuera de su alcance.
¿Qué puedo hacer para que mi mascota no se asuste durante Halloween?
Preparar un espacio tranquilo, cerrar cortinas, evitar que reciba visitas disfrazadas y usar música suave ayuda a reducir su estrés.
¿Qué alimentos típicos de Día de Muertos debo evitar que coma mi mascota?
Pan de muerto, chocolate, dulces, bebidas alcohólicas y cualquier platillo condimentado. Muchos de estos ingredientes son tóxicos para perros y gatos.





